La naturaleza es caprichosa, tiene la costumbre de asombrarnos con su impresionante poder haciendo que las cosas más inverosímiles se abran un pequeño hueco entre lo común, entre "lo normal". Un interminable compendio de sucesos no necesariamente espaciados en el tiempo, puede acabar produciendo un efecto totalmente opuesto al esperado y muchas veces se le atribuye el mérito a diversas hipótesis sobre causalidad o efecto mariposa, incluso hay quien juega en el terreno de lo divino o el azar.
Sin embargo, remarcando un carácter totalmente impersonal del asunto, siempre se esconde una molesta explicación (sea del tipo que sea) que desbarata el componente mágico, que inicialmente caracteriza a "la cosa" en cuestión.
Las personas no son la excepción que confirma la regla, pues atrapados por su índole natural, palidecen de estos mismos efectos. Aunque sí es cierto que existe un componente de éstas que tras mucho tiempo mantiene intacto ese carácter mágico; su raciocinio, su conciencia, su mente, lo que muchos llaman "el alma".
Y es en este punto donde haré un alto, para compartir mis reflexiones al respecto. Hace algún tiempo que un amigo me comentaba en una conversación normal y corriente que no existen los actos púramente altruistas, siempre existe un trasfondo que nos incita a llevarlos a cabo, intimamente relacionado con la satisfacción de una recompensa por su ejecución. Por algún motivo que no logro recordar, aquel debate quedó pendiente de ser resuelto en otro momento, pero ese momento nunca llegó.
Aún así, intentaré ofrecer una visión de lo que en mi opinión nos induce a hacer unas u otras cosas y no siempre empujados por algún tipo de beneficio. La primera parte de la entrada, ya hace gala un poco ese aire "natural" que intento imprimir en estas palabras, pero trataré de ser más explícito enfocándolo en el ya antiguo debate sobre si el hombre es bueno o malo por naturaleza.
Siempre he sostenido que el carácter de cada uno es algo que se moldea con el tiempo, no va impreso en nuestro código genético ni mucho menos está dirigido por un "principio de conducta humana", pues aunque partimos de esa misma semilla natural que caracteriza al ser humano, los hechos a los que cada cual se enfrente a lo largo y ancho de su vida, condicionan y mucho su actitud ante situaciones similares, o quizás no tan parecidas, ni con una influencia tan fácilmente perceptible, pero lo hacen.
¿Qué es lo que nos hace ser buenos o malos entonces? ¿se lo debemos al trato que recibimos de pequeños? ¿a nuestra educación? ¿o simplemente son un interminable compendio de sucesos no necesariamente espaciados en el tiempo, que puede acabar produciendo un efecto totalmente opuesto al esperado? Mi tendencia es a creer que su complejidad se extiende bastante más allá de estos factores, que sin duda pueden ser determinantes en algunos casos.
De este modo, sigo sin aceptar el condicionante implícito a una buena acción porque produzca algún tipo de beneficio, pues no siempre se espera una recompensa y sin embargo se llevan a cabo tales actos bondadosos, a pesar de que la experiencia puede indicar lo contrario incluso.
En ocasiones se trata de un comportamiento inherente a la persona en cuestión, casi instintivo, natural, tal vez en busca de una recompensa que no alcanza a comprender, o tal vez no. Tal vez sólo sea un acto por encontrar nuestra verdadera naturaleza, nuestra razón de ser, tal vez por eso anhelamos constantemente el calor humano, la cercanía, tal vez por eso entregamos nuestro corazón a otras personas sin pedir nada a cambio, casi sin querer, pero con toda la voluntad, tal vez con la esperanza de una prebenda similar o tal vez de forma inconsciente como consecuencia de esos instintos sin explicación aparente.
Tal vez seamos buenos, o tal vez seamos malos, pero sin duda, somos humanos.
Coincido en la parte relativa a que una persona se hace más que nace. Obviamente nace con unas ciertas limitaciones "físicas" en cuanto a lo que su cerebro va a poder o no hacer (al menos yo así lo entiendo). Pero en lo relativo al caracter, un 90% diría yo viene determinado por las experiencias que tiene a lo largo de su vida.
ResponderEliminarEn lo que sí discrepo es en el "egoismo" final detrás de toda buena acción, aunque para entender mi razonamiento hay que abrir el concepto "beneficio". Me explico, hay cierto tipo de actos que se realizan y en los que sí se puede ver una recompensa clara (nos van a reportar fama, dinero...). Pero esos que parecen totalmente altruistas, son en los que tu "amigo" (que no sé si lee tu blog), se centraba.
La teoría es que obtienes un beneficio llamado "satisfacción personal", tu ayudas a una persona, y te sientes mejor contigo mismo por ejemplo "que bueno soy que estoy haciendo esto" ó "soy de utilidad para alguien", no son pensamientos conscientes en una primera instancia, o al menos la gente no suele reconocer que los tiene, pero cuando pasa un rato comienzan a aparecer en tu cabeza y van reforzando esa conducta. Incluso si constantemente, después de una buena acción "altruista" se nos estuviese machacando "eres tonto, para que ayudas" y la propia persona objeto de esa acción la rechazase taxativamente, puede darse el caso de pensar "voy a demostrarles a todos que están equivocados y que merece la pena ayudarles", "al final me lo agradecerá".
Lo bueno de estos debates es que nadie va a tener la razón absoluta porque estamos hablando de intagibles, de sentimientos, por lo que como mucho podemos aportar puntos de vista y reflexiones.
P.D: Es prebenda, con b, no prevenda.
Ya he corregido lo de prebenda, es lo que tiene escribir "a pelo" en el notepad, que a veces se escapa algo :P
ResponderEliminarCoincido con vosotros en el tema de la satisfacción personal y de hecho, esa conversación que iniciamos en su momento y se quedó a medias, empezó a situarse por esos términos, pero yo hablo de algo más allá de la propia satisfacción personal, hablo de que hay cosas que haces sin más, por puro instinto, sin saber si verterán algún tipo de satisfacción sobre ti, pero que sabes que ayudarán, por eso me centraba en el carácter natural del ser humano, porque al margen de conductas preestablecidas y/o imbuidas, siempre existe una componente que escapa de nuestro sentido común y nos impulsa a hacer tales cosas.
También me introducía en el terreno del amor, porque creo que es ejemplo más claro que existe de ello, que si, que puede que ames, porque esperas recibir amor a cambio, pero no siempre es así, a veces ocurre sin más, cuando te descuidas emerge una leve sonrisa a pesar de su aparente inverosimilitud, que te avisa, pero de la cual no eres consciente, hasta que recibes otra sonrisa a cambio y que mágicamente establece un vínculo entre dos personas mucho más allá de la propia satisfaccíon personal.
Gracias por el comentario :)
"hay cosas que haces sin más, por puro instinto, sin saber si verterán algún tipo de satisfacción sobre ti"
ResponderEliminaruna cosa es que tu no sepas que te darán satisfacción y otra que TU no SEPAS que lo harán. Es decir, no se trata de lo que piensas de forma consciente y meditada en el momento para decidir si lo haces o no. Sino de lo que haces por eso que tu llamas instinto y yo llamo condicionamiento, subsconciente y química.
A ver si se pasa por aquí "el amigo" y postea :) podías avisarle por gplus o facebook de que estamos teniendo ese debate, porque como tengamos que esperar a que vuelva de madrid...
¿Dónde está el egoísmo entonces? Obviamente ninguna decisión puede ser tomada sin que de algún modo tenga algún tipo de consecuencia, ni sin que esté condicionada previamente por alguna otra decisión o factor decisivo, pero creo que la diferencia precisamente radica en el hecho de ser conscienctes de ello o no.
ResponderEliminarLuego le aviso :)
Aquí está el "amigo", jaja... a ver, voy a aportar mi punto de vista, aunque en primer lugar debo explicar alguna cosilla que, tras pensar mucho sobre ello, acabo dando por hecho para, después, llevar a cabo mi forma de ver este tema:
ResponderEliminarEn primer lugar, que para acercarnos verdaderamente a este tipo de cuestiones uno debe dejar de hablar de los conceptos del "bien" y el "mal". ¿Por qué?, porque son conceptos inventados, en definitiva, para definir lo que conviene y lo q no conviene. Son conceptos para contar historias, pero no para hablar de la realidad. Por eso hablar del bien y el mal es un tema que nunca acaba, pq "bien" y "mal" son terminos que dependen de la visión de cada persona: lo q para uno está bien, para otro puede estar mal, con lo que nunca se podrá llegar a ninguna conclusión porque, como bien dice mr. Raistlin, al final depende de lo q opine cada uno.
En lo q este asuntillo se refiere, mi segunda reflexión fue concluir que, al mirar con perspectiva y descubrir que matar a una persona, algo que consideramos "mal", puede traer consecuencias muy positivas, los conceptos de "bien" y "mal" comienzan a diluirse. Más aún cuando piensas que todos matamos animales para comer, destrozamos vegetación y más seres vivos para crear nuestras ciudades, mentimos y hacemos todo tipo de actos que, al fin y al cabo, está en nuestra naturaleza.
¿Significa esto q somos malos?, porque todos lo hacemos... No, no somos malos por naturaleza, ni tampoco buenos, somos lo que somos, y hay una base y una razón para cada una de nuestras acciones, cuyo principal "ente", por así decirlo, es y seguirá siendo la Supervivencia.
Ahora vivimos en edificios con todo tipo de lujos, tenemos farmacias en cada manzana, se conocen la mayor parte de las enfermedades q nos matan y se curan con más o menos dificultad,... pero esto es cosa de hace muy pocos años. Nuestros cuerpos están desarrollados a lo largo de miles y miles de años para sobrevivir, empezando más que nada por el amor, que lejos de estar para hacernos felices, nos transmite todo ese placer pq dependemos de él para q nuestra especie perdure, por eso amor y sexo no pueden disociarse. ¿Qué sentido tendría el amor si no terminara en sexo?. Habríamos desaparecido como especie...
PARTE 2 (lo siento, jaja)
ResponderEliminarY bueno, todo este royo (jaja) es para explicar de lo q trata esta entrada, q al fin y al cabo me va a permitir contarlo de manera muy resumida:
que yo considere que todo lo que hacemos busca un beneficio personal, utilicemos el termino "egoista", no significa que piense q nuestras acciones son todas malas, ni tampoco que sean buenas. Me parece fundamental, como comenté antes, quitar estos conceptos, y abrirse a un punto de vista donde las acciones queden justificadas por un acto puramente racional, sin tener que plantearse si son buenas o malas, porque son conceptos inventados.
Cuando lees libros sobre ciencia, el cerebro y cosas así, descubres la cantidad de energía y esfuerzo q, inconscientemente, invertimos en cualquier acción. Con lo que las acciones "egoistas" son lo lógico.
Simplemente no tiene sentido pensar que vamos a llevar a cabo una acción que nos va a hacer sentir mal, que va a hacer peligrar nuestro bienestar y supervivencia de cualquier modo (con el esfuerzo que nos cuesta conseguir ese bienestar!).
Si das tu vida por otra persona, es pq esa persona te hace feliz, pero nunca darías tu vida por una persona por la q sientes rechazo. Una madre da su vida por su hijo pero es q estamos hablando de su propia genética, de una parte de ella misma. Pero no daría la vida por el hijo del vecino.
Si un tipo (como contaba Octavio) te cede el ticket del aparcamiento q va a dejar, es un gesto altruista?, no veo el altruismo pq no veo en q sale perdiendo, el tipo se siente bien por la acción que lleva a cabo, y es más, realza con ese suceso sus propias convicciones (necesarias para sobrevivir).
Esto hace a la gente mala?, pues no. Hace a la gente como es, unos seres vivos que no saben muy bien pq hacen lo q hacen y pq están donde están, lo q me permite terminar apoyando un comentario muy acertado de Raistlin: la inmensa mayoría de lo que hacemos son procesos inconscientes, o sea, q no sabemos pq lo hacemos. La mayor parte de la energía que consumimos son procesos inconscientes. La conciencia, al fin y al cabo, creo q supone un 5% según he leído, y nunca, en ningún caso, tomamos decisiones puramente racionales, siempre comienzan con una emoción, y terminan con una emoción. Pensadlo, si tuvieramos que racionalizar todo lo q hacemos, nos moriríamos de indecisión.
Empezaré por decir, que sigo creyendo que este debate merece la pena tenerlo en persona, además os tengo preparado un pequeño truco de "magia" con el que sin la necesidad de hilar más de 6 o 7 palabras os dejaré, cuando menos, dudando de vuestros argumentos :P Aún así aprovechando la ocasión contestaré algúna de las cuestiones que ha planteado "el amigo"
ResponderEliminarEs obvio que cada uno tiene una visión de los términos bueno y malo, como lo tiene de la palabra mesa, pero el hecho de que sean intangibles no los hace "inventados", sólo que es más difícil acotar los límites, pero sin embargo gran parte de las acciones que llevamos a cabo se basan en nuestra percepción de estos términos.
Está claro así mismo, que por su naturaleza animal, el ser humano tiende a la supervivencia, pero dado que somos "seres racionales" ¿no deberíamos de aprovechar eso para buscar algo más? y enlazando con el tema del sexo y el amor, sin duda están estrechamente ligados, pero no por eso debe ser algo "vacío" en esencia y que lleve a su única consecuencia lógica, puede y debería de ser algo más.
Respecto al tema del sacrificio y la genética, no siempre es así, piensa por ejemplo en los técnicos que accedieron a la central de Fukushima para intentar contener la fuga asabiendas de que no saldrían de ahí.
Por último incidir en el tema de las acciones que llevamos a cabo de modo inconsciente que sin duda son impulsados por una "emoción" o estímulo según su profundidad, pero eso no quiere decir ni que la acción altruista necesariamente cumpla que el actor reciba un prejuicio, ni que la acción egoista cumpla que reciba un beneficio, cualquier combinación de posibilidades es viable. Tal vez la mera existencia de un término opuesto a egoísmo debería de daros una idea de que es posible. Pensadlo :)
Pienso que si vamos a hablar en terminos de bien y mal, se q esta conversación no va a llevar a ningún lado, como siempre pasará cuando se habla en términos que, venga, esto es un hecho, han sido inventados por nosotros para definir lo q nos interesa o conviene y lo q no. ¿el sol es bueno, o malo? ¿morir es bueno, o malo?, ¿los perros y gatos son buenos, o malos?. Si hablamos en esos terminos nunca llegaremos a nada, no hay modo de acotar límites en esto porque cada uno tiene los suyos, y puedes coincidir con algunas personas pero ya. Es más, puedes acotar tus límites sobre que es bueno o malo para ti, pero a lo largo de tu vida esas acotaciones irán variando según tus circunstancias, como hacerse mayor e ir perdiendo tus capacidades.
ResponderEliminarA nivel consciente puede q los necesites para decir q escoger y q no, lo q es bueno o malo para ti. Pero esas decisiones no se extrapolan a todos los demás, lo q es bueno para ti puede ser malo para otra persona. Y de hecho muchas cosas q hacemos porque son buenas, causan malos sucesos a otras personas. Al final, creo q la conclusión es la misma: no somos buenos ni malos, somos lo q somos.
Creo q todos estaremos deacuerdo en pensar que la ciencia es, a día de hoy, el mejor modo de racionalizar (ya q hablamos de razón) las cosas. Y la ciencia no habla en terminos de bien o mal.
Nunca pensaré q el amor es algo vacío, ni tampoco mi intención es quitarle la belleza y grandeza a estas emociones y lo que nos hace sentir. Pero uno no puede dejar de lado el cuestionarse q esas emociones están por algo, cuestionarse que igual no buscamos la felicidad o que el cerebro no trata de buscar la verdad, sino sobrevivir.
El amor puede llevarte a sentir lo más maravilloso que jamás puedas experimentar, y puedes seguir (y seguirás, pq estás hecho para eso) indagando en esos sentimientos, y escribir relatos, hacer películas, cantar canciones,... Pero mira, precisamente, la mayoría de las canciones no son de amor, sino de desamor, de cuernos, de sufrimiento y malestar. La música es otro ejemplo de supervivencia, uno canta y escucha música para sobrellevar los problemas, para animarse y sentir q la vida merece la pena.